Crece la polémica por el hundimiento del destructor "Sheffield" en Malvinas


La Armada y la Fuerza Aérea se adjudican el ataque. Sólo los ingleses saben la verdad.


Una cosa es cierta: el destructor británico Sheffield fue atacado por aviones argentinos, ni bien iniciada la guerra en Malvinas, en mayo de 1982. Herido de muerte, se hundió días después.

La historia oficial dice que dos Súper Etendard de la Armada atacaron al destructor el 4 de mayo. Los pilotos Augusto Bedacarratz y Armando Mayora dispararon dos misiles Exocet a un blanco señalado por un avión explorador naval Neptune. Dieron en el blanco. Otra historia, también oficial dice que el 1 de mayo, tres aviones M5 Dagger, piloteados por Norberto Di Meglio, Gustavo Aguirre Faget y César Román, miembros de la Escuadrilla Torno bombardearon a tres buques británicos que cañoneaban Puerto Argentino. También dieron en el blanco. La parte no oficial de esa historia asegura que fue en ese ataque cuando se hirió de muerte al Sheffield.

Los británicos, que conocen desde siglos el valor del silencio en una guerra, y en la posguerra, callaron toda acción militar, propia o argentina, entre el 1 y el 3 de mayo. El 4 admitieron que el Sheffield había sido hundido. Lo dijo el entonces canciller Francis Pym ante el Parlamento. Pero el Sheffield no estaba hundido todavía. De hecho permaneció a flote varios días más, se cree que hasta el 10 de junio. ¿Por qué Pym lo "hundió" antes de tiempo?

Desentrañar la verdad, al menos aproximarse a ella, no tiene hoy más valor que el de comprender mejor aquella guerra. El 2 de mayo de ese año, el submarino nuclear Conqueror hundió al crucero General Belgrano, en el que murieron 323 hombres. Ese ataque británico cobra otra dimensión si el Sheffield fue atacado el 1 de mayo por la Fuerza Aérea. También sería importante saber qué y por qué callaron los británicos en su momento. Quienes sostienen que el Sheffield fue atacado el 1 de mayo, arriesgan que los dos pilotos de la Armada hicieron blanco en el portaaviones "Hermes", donde tenía su puesto de mando el jefe de la task force, almirante John Woodward.

Para intentar una aproximación a los hechos, Clarín acordó una entrevista casi informal con los pilotos Di Meglio, Aguirre Faget y Román. Debió hacerse el lunes 28 de abril en el Departamento Malvinas del Edificio Cóndor, pero fue cancelada, según versiones, por el titular de la fuerza. Este diario sí conversó por teléfono con los ex pilotos navales Bedacarratz y Mayora. Es innegable que a veintiséis años de la guerra, persiste aún cierta pugna entre los veteranos de las dos fuerzas.

Para los marinos no hay posibilidad de error: ellos le dieron al Sheffield:"El nuestro fue un ataque de libro, dijo Mayora. El avión explorador detectó la emisión radioeléctrica de un radar 965, que están instalados en los destructores clase 42 como el ''Sheffield''. Teníamos bien en claro a qué barco le disparábamos porque era igual a nuestros destructores ''Santísima Trinidad'' y ''Hércules''. Contar la historia de otra manera es ir contra la realidad. No tiene asidero.

La otra campana también tiene argumentos fuertes. Los británicos admitieron en su momento que el 1 de mayo fueron atacados el destructor tipo County, Glamorgan y las fragatas Arrow y Alacrity. Pero no el Sheffield. Desde dos años después de terminado el conflicto, el comodoro Rubén Moro sostiene en su libro "La guerra inaudita", que los tres pilotos de la Fuerza Aérea hicieron blanco sobre un destructor del Tipo 42 (no del tipo County, como el Glarmoran) y que ese destructor era el Sheffield.

Moro afirma también que luego del 4 de mayo hubo una notoria disminución de la actividad aérea británica en las islas, lo que daría crédito a un eventual daño hecho al Hermes por los dos pilotos de la Armada, que sin embargo rechazan de plano esa inquietante presunción.

El clima es un dato fundamental. Pero se ha convertido casi en un secreto de guerra. El 1 de mayo el mar estaba extrañamente calmo en las islas, según los británicos. Mientras que el 4, las aguas eran tempestuosas y con altas olas encrespadas. El parte meteorológico en Puerto Argentino el 4 de mayo, que rescata Moro en su libro, cita fuertes vientos, "neblina, techo de nubes, cielo cubierto". Ni los británicos se ponen de acuerdo sobre el clima del 4 de mayo. Pero es cierto que las fotos del Sheffield humeante en un mar apacible y casi sin oleaje, se acercan más al escenario del 1 de mayo que al del 4.

Una foto no sirve para revelar un secreto, sólo para alimentar una duda. Es la que yace bajo las frías aguas del Atlántico, entre la herrumbre oscurecida del Sheffield y que pone al portaaviones británico Hermes entre los grandes secretos de una guerra, que todavía esconde demasiados.

Noticia publicada por el diario Clarín.

Foto: El destructor Sheffield luego del ataque argentino.